jueves, 8 de septiembre de 2011

Diana Taurasi: Comienzos y Rusia (Parte 1)

Nadie mas ama el baloncesto mas que la escolta de las Mercury, una de las principales aspirantes a MVP de la WNBA, pero incluso ella no entendía lo que significaba para ella el baloncesto hasta que una serie de acontecimientos amenazaron con poner fin a su carrera.

Es una tarde soleada de agosto en Arizona, y Diana Taurasi, maxima anotadora de la WNBA se sienta en el asiento trasero del coche oficial de Phoenix en dirección a un entrenamiento y una cena en la Ak-Chin Indian Community a 40 millas al sur de Phoenix. Lleva puesta la equipacion de entrenamiento negra, como siempre, esta lista y dispuesta a jugar.

Taurasi se ha permanecido obsesionada con el baloncesto, así como su mundo se ha visto sacudido en los últimos dos años por un arresto por DUI, el asesinato de un amigo cercano y una prueba antidoping que dio positivo por un error, ponían en peligro su carrera. En un viaje reciente hacia Minnesota se encontró fascinada por la emisión de un partido de baloncesto masculino Purdue-Indiana de las década de 1990. "Si hubiera un centro de rehabilitación de baloncesto", dice Taurasi de 29 años de edad, mientras el paisaje del desierto pasa volando, "Me gustaría ser la primera admisión."


Diana solo ha renunciado una vez voluntariamente al baloncesto. Tenia 11 años y vivía en Chino (California), después de tres años en una liga de juveniles decidió que odiaba el baloncesto y que se centraría en el fútbol, el deporte de su padre, Mario, un maquinista que había jugado profesionalmente en Argentina, el deporte de su familia. Fue solo un año antes de que su pasión por el baloncesto se apoderada de ella, Taurasi veía cada partido de los Lakers, corriendo en los anuncios a la calle para practicar tiro en el aro que tenia por encima del garaje. Su madre, Lili, contó pacientemente los tiros libres -500 de 1000-. En estos días una vez al mes un extraño llama a la puerta de Lili y Mario, con una oferta para comprar el aro que ahora esta en ruinas "No," dice Lili a cada comprador. "Demasiados recuerdos."

Taurasi ha creado recuerdos y mucho mas: la celebridad, viajes por el mundo, el dinero de la WNBA y fuera de temporada contratos en el extranjero y las bonificaciones, así como un contrato de patrocinio con Nike que según los informes se acerca al $ 1 millón al año y preciosos hardware. ¿Alguien ha recogido mas trofeos en mas sitios? Durante los últimos 10 años Taurasi ha ganado tres campeonatos de la NCAA, dos títulos de la WNBA, dos medallas olímpicas de oro, un campeonato del mundo y cuatro títulos de la Euroliga. Una escolta de 1,83 de altura, que tiene la visión y la competitividad que permite hacer comparaciones con los mas grandes jugadores de la historia, independientemente de su sexo: Larry, Michael Jordan y sobretodo Magic. "La gente dice, '¿Qué harías en un partido contra hombres?'" Dijo Taurasi. "Creo que lo haría bien si me dieran esa oportunidad."

Ella es muy modesta, dice el entrenador de las Storm Brian Agler. "Hay 30 equipos en la NBA, y hay 30, algunos entrenadores de la NBA habían tenido a jugadores en sus equipos con sus instintos. Ella encabeza la liga en anotación, pero también es una de las jugadoras mas generosas y una de las mejores pasadoras. Ella es única."

En la pista es segura, intensa, "feroz", dice su compañera de equipo en Phoenix Penny Taylor. "¿Ella lleva a la gente por el camino equivoca? Absolutamente", dice el entrenador del equipo nacional Geno Auriemma, quien también entreno a Taurasi en Connecticut. "Ella es todas las cosas que no deseamos. Pero también es todas las cosas que deseas en un compañero de equipo."

La hermana de Taurasi, Jessika Skillern, dice que recibe este rasgo de Mario: Ambos quieren que la gente disfrute, hacerlos reír, ser incluidos. Eso se aplica cuando esta en la pista también. "Quiere involucrarlos a todos" dice. "Tiene un buen corazón."

Taurasi juega en una época en la que una mujer con sus habilidades poco comunes pueden disfrutar de una buena vida. Durante cuatro inviernos ha vivido lujosamente en Rusia cuando jugaba en el Spartak Moscow Region Vidnoe, un equipo financiado por el empresario internacional y ex espía soviético Shabtai von Kalmanovic, un lituano con pasión por el baloncesto que prácticamente estaba emparejado con ella: "El era el hombre mas interesante del mundo", dice Taurasi. "Había estado en tantos lugares, visto a tanta gente. Había un sinfín de historias. Además nos trataron como una familia."

Mientras que con el Spartak, Taurasi, su ex compañera de equipo de la Universidad de Connecticut Sue Bird y un elenco cambiante de otras estrellas de la WNBA seguían ganando salarios que empequeñecían a los Estadounidenses, vivía en una villa cerrada equipada con sauna, una piscina cubierta y un cocinero de turno. Grandes triunfos fueron recompensados con dinero en efectivo o joyas de diamantes, y los viajes a ciertos partidos de la Euroliga fueron seguidos por excursiones de compras a Paris o Venecia. Taurasi nunca había imaginado una vida de una jugadora de baloncesto femenino. "Los jets privados, los mejores hoteles en Paris, ir de compras, juergas, estaba loco", dice.

La vida con el equipo nacional de EE.UU., que incluye viajes en primera clase y cocineros dedicados al equipo, no estuvo mal, tampoco. En Atenas y los Juegos Olímpicos de Beijing, el equipo femenino compartió alojamiento en un hotel de cinco estrellas con el equipo masculino. Si la WNBA en clase económica carecía de encanto, todavía era un trabajo de ensueño. Dice Taurasi, "Tenemos que hacer entre seis y siete años para ganarte la vida!".

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The Trials Of Diana Taurasi (Sportsillustrated.com)

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