martes, 10 de julio de 2012

Una historia rápida sobre Diana Taurasi

Después de un tiempo donde Ben York se ha centrado más en la temporada de las Mercury, ayer nos sorprendió con un pequeño artículo sobre Diana Taurasi, donde una vez más se demuestra el tipo de persona que es Diana.

A continuación os dejo el artículo.

Irónicamente, ella me mataría si supiera que yo he escrito esto.

Pero es demasiado bueno para no compartirlo, y es un maravilloso ejemplo del tipo de persona que es Diana Taurasi.

No recuerdo la fecha exacta, pero no pasó mucho después de llegar a Phoenix para la temporada 2012. Fue un día bastante normal y Taurasi fue la primera jugadora en saltar la pista para el entrenamiento de Phoenix Mercury.

No hay nada inusual en eso ya que es bastante normal.

El gimnasio (y todo el estadio) estaba en un silencio sepulcral.

Volví para ver si alguna de las jugadoras estaba en pista aun. El conserje estaba limpiando la pista. Había que recorrer la pista de arriba a abajo para asegurarse que las marcas de desgaste se habían ido junto con los diversos lugares secos o húmedos. Incluso en los 10 segundos que vi, era evidente que le importaba (y se enorgullecía) de lo que estaba haciendo.

Taurasi tenía que haber visto eso.

Justo cuando estaba apunto de irse, Taurasi cogió un balón de baloncesto y se dirigió al conserje.

"Hey, tío", dijo Taurasi, poniendo un brazo alrededor del hombre. "Sólo quiero que sepas que aprecio todo el trabajo que haces. Gracias por hacerlo. No pasa desapercibido".

¿Dicen que una sonrisa vale más que mil palabras? Bueno, la expresión de la cara del conserje tenía un valor aproximado de mil millones.

Fue un momento perfecto. Y este es solo una de la docena que he tenido la oportunidad de ver en los últimos años.

Nunca dije nada a nadie. Nada a Taurasi, nada a cualquiera de los empleados de las Mercury. Nadie.

En un época en que muchos atletas profesionales se definen por el dinero y la fama. Taurasi continúa rompiendo el molde.

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